Crónica de la Salida Procesional

Tras varios años de incertidumbres y decepciones, la jornada del Viernes Santo transcurrió, felizmente, con escasas probabilidades de lluvia, aunque si con algo de frío. A las ocho y media de la tarde, en el exterior de la iglesia, centenares de personas esperaban que las puertas se abrieran para que saliera la Cruz de Guía, hecho que se produjo minutos mas tardes, mientras tanto, junto a los pasos de esta cofradía, como no podía ser de otra manera, se tenía un sentido recuerdo para Manuel Trigueros, capataz del paso de palio durante tantos años, que falleció hace apenas un mes.
En el capítulo de estrenos, la cofradía sacaba a la calle ocho paños de los respiraderos, que poco a poco se van completando en el paso de María Santísima de los Dolores, además del acompañamiento musical de ambos pasos; la Banda de Cornetas y Tambores “Nuestro Padre Jesús Nazareno” de Lepe en el paso de misterio y la Banda Municipal de Música de Almonte tras el paso de palio. Se cantaron varias saetas en la calles Hinojos y Sevilla, y una vez mas fue en la calle Socorro donde mas público se congregó. Aquí se estrenó la marcha “Dolores por Rociana” y dio un golpe de llamador su autor, D. Juan José Domínguez Velo, en el paso de dicha titular de la Hermandad.
Es de agradecer el gesto de numerosos vecinos de las calles del recorrido que colocaron, no solo los clásicos reposteros y colgaduras en los balcones, sino que encendieron focos al paso de la cofradía, ya que algunas zonas del itinerario presentaban poca iluminación. Pese a que otros se han elevado, hubo que echar mano del buen hacer de los hermanos costaleros para sortear algunos cables. Por primera vez la procesión transcurrió por el tramo peatonal de la calle Sevilla tras su reforma, mientras que en la plaza de la Constitución se hicieron algunas mejoras provisionales, en espera de que el próximo año esté completada la obra de ambas plazas.
Sobre las dos de la madrugada y con los sones de la marcha “Encarnación Coronada” finalizó una de las salidas procesionales mas duraderas que se recuerdan, en la que se echó en falta un mayor número de hermanos nazarenos y en la que, una vez mas, se noto el compromiso de las cuadrillas de costaleros.