PALABRAS DE HOMENAJE A FELICIANO BANDO EN RELACIÓN CON LA HERMANDAD SACRAMENTAL, CON MOTIVO DE LA DEDICACIÓN DE LA FERIA DEL AÑO 2008 A SU PERSONA, ENTRE OTRAS.
Autoridades locales, hermandades y cofradías, Señoras y Señores, buenas noches.
El pasado 30 de abril, a todos no cogía de sorpresa, la muerte de nuestro Vocal de Culto y Espiritualidad, nuestro amigo Feliciano Bando.
Este año, la feria de nuestro pueblo va dedicada entre otros acontecimientos al recuerdo y homenaje de Feliciano. Esto da a entender que este hecho viene a confirmar la importancia de este rocianero en el devenir de su pueblo.
Feli, como los amigos le llamábamos, estuvo muy vinculado a la Hermandad Sacramental y Cofradía de Ntro. Padre Jesús Nazareno y María Stma. de los Dolores. El hecho de encontrarme aquí, representando a mi querida Hermandad, no es otro que el de resaltar la figura de Feliciano en la historia de nuestra Cofradía.
Durante muchos años, allá por la década de los noventa, ostentó el cargo de Secretario. Cuando no teníamos ni lugar para reunirnos, las Juntas se celebraban en su casa, allí, intercalaba sus quehaceres como barbero con los de secretario de su Hermandad; cuando venía alguien a arreglarse, las sesiones se interrumpían y cuando terminaba de realizar su trabajo, volvíamos a proseguir con la misma.
Era un enamorado de su Hermandad, y le tenía una especial devoción a nuestros Sagrados Titulares, pero en especial a María Stma de los Dolores. Fue uno de los principales promotores de que la Virgen de los Dolores saliera nuevamente a las calles rocianeras después de su llegada a nuestro pueblo, para ello tuvo que enfrentarse a muchas personas que se oponían a tal evento.
Cuando llegaba la Semana Santa, aún recuerdo, cuantas tardes iba por él a su casa o me esperaba en la puerta de la Iglesia para ir preparando el montaje de los cultos, los pasos, etc. Siempre me preguntaba que había que hacer, y al instante realizaba su misión. Cuando terminaba sus quehaceres, siempre antes de volver a su casa de la calle Amargura, donde le esperaban para arreglarse, se marchaba silenciosamente. No era una persona que buscaba el protagonismo, era sencillo y humilde.
Cuántos de los que estáis aquí presentes hoy que alguna vez habéis llevado el hábito nazareno, recordáis como en su casa se sacaba la papeleta de sitio, o cómo repartía los cirios en el patio de la Iglesia el Viernes Santo, antes de que la Cofradía hiciera su Estación de Penitencia.
Cuando la Virgen de los Dolores carecía de un ajuar digno a su belleza, Feli confeccionó varias sayas bordadas por él y también una de las túnicas de Ntro. Padre Jesús Nazareno. Iniciado en el arte del bordado, quiso que su Madre Bendita luciera aun mas hermosa con su trabajo de oro en aplicaciones. También diseño el retablo a nuestros Sagrados Titulares en la fachada de la Iglesia, y pintó la gloria del techo de palio de Nuestra Señora.
En 1.993 realizó un magnífico Pregón de Semana Santa en el que se nos transmitió el valor del auténtico cofrade, joven y nuevo en nuestra Hermandad.
Con todo lo expuesto, cabe destacar cómo la historia de la Hermandad ha estado marcada por la figura de Feliciano.
Él siempre me decía que los rocianeros no luchamos por nuestras tradiciones, que nos conformamos con cualquier cosa, y ante la ausencia, acudimos a otros pueblos para vivir lo que en el nuestro habíamos hecho desaparecer. Espero que seamos como nuestro amigo Feli, luchadores de nuestras tradiciones, que no las dejemos que desaparezcan; si los rocianeros no luchamos por nuestros pueblo, nadie de fuera va a venir para hacerlo.
Si con recuerdo me tuviera que quedar, lo haría con el último Besapiés a Ntro. Padre Jesús Nazareno, en el que Feli, ya bastante enfermo, sacó fuerzas para dar el último beso a su Cristo antes de reunirse definitivamente junto a Él y engrosar esa fila interminable de nazarenos en el cielo.
Yo creo que nuestro amigo no se ha ido del todo, los que somos cristianos creemos que hay una vida en Dios después de la muerte, que el alma no muere del todo. Por eso, su alma volverá muchas veces para recrearse en todas sus obras en pro de esta su querida Hermandad.
Sirvan estas palabras de sencillo homenaje a un hombre bueno que luchó por mantener viva una de las tradiciones de nuestro pueblo, como es la Semana Santa. Feli, amigo descansa en paz en la esperanza de la segura resurrección.
Muchas gracias.
Rociana del Cdo., a 20 de agosto de 2.008
Manuel Rodríguez Calvo
Tesorero de la Hermandad Sacramental
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