Hace casi 40 días que se celebró en El Rocío las Jornadas de Pastoral Juvenil organizada por las diócesis andaluzas coincidiendo con la Jornada Mundial de la Juventud de Río de Janeiro. Como anunciamos aquí, varios jóvenes de nuestra Hermandad participaron en la misma. He aquí su testimonio de aquellos días.
“Otro lugar, un mismo corazón”
En la
sociedad en la que vivimos con tantas opiniones e ideas, muchas de ellas atentan contra la obra Dios. La unión de
palabras Joven y Cristiano puede llegar a sonar un tanto desproporcionada y
pasada de moda, pese a ello, lo vivido en El Rocío del 25 al 28 de Julio
manifiesta que la Iglesia sigue viva y nos impulsa como joven a formar parte de
ella, seguir a Cristo y “formar parte de su equipo”.
Benedicto
XVI en la misa de envío que se celebró en la JMJ de Madrid en 2011 anunciaba
que la sede de la próxima Jornada Mundial de la Juventud en 2013 sería Río de
Janeiro. Teniendo en cuenta las dificultades que tendría participar en Río, las
Diócesis Andaluzas han celebrado en la Aldea de El Rocío unas Jornadas de
Pastoral Juvenil en las que han participado miles de jóvenes de nuestra
geografía andaluza y de otros puntos de España. Como representación de nuestra
Parroquia de Rociana y a iniciativa de ellos, ha asistido un grupo de chavales
que forman parte del Grupo joven de la Hermandad Sacramental.
Los actos
se desarrollaron desde la tarde del jueves partiendo desde Almonte en
peregrinación hasta los pies de la Blanca Paloma en su Santuario. Al día
siguiente Eucaristía, catequesis y una amplia oferta en talleres durante la
tarde para finalizar con un multitudinario rosario la noche del viernes.
El sábado
por la mañana temprano, nos incorporamos a la JPJ y celebramos la Eucaristía en
la Casa de Hermandad de Gibraleon presidida por nuestro Obispo D. José, el cual
nos dio su siempre amistosa bienvenida al grupo de Rociana, que se unía al
resto de jóvenes de la diócesis onubense. Seguidamente nos reuníamos de nuevo
para participar en la catequesis con el Obispo y grupos de reflexión, actos que realizaban también los otros grupos con sus
obispos.
Ya por la
noche tuvo lugar la Vigilia, acto que desde mi punto de vista más me ha marcado
por la cantidad de jóvenes que allí se congregaron, ejemplo de que la Iglesia
de Cristo es joven y está más viva que nunca. Pudimos disfrutar de momentos muy
emotivos: testimonios, conexiones con la Vigilia de Río de Janeiro presidida
por el Santo Padre, representaciones, el coro…, todos estos factores unidos
dieron por resultado un magnifico clima de oración unidos con nuestros hermanos
que se encontraban con el Papa. En palabras del Papa Francisco: “También hoy el Señor sigue
necesitando a los jóvenes para su Iglesia. Queridos jóvenes, el Señor los
necesita. También hoy llama a cada uno de ustedes a seguirlo en su Iglesia y a
ser misioneros. Queridos jóvenes, el Señor hoy los llama. No al montón. A vos,
a vos, a vos, a cada uno. Escuchen en el corazón qué les dice”, siguiendo
estas palabras nosotros los jóvenes que somos los herederos de la Iglesia
estemos como María disponibles al plan de Dios en nosotros y a cumplir la
misión que él nos confía. Finalizamos el domingo con la Misa que celebramos en
El Real presidida por el Arzobispo de Sevilla y concelebrada por todos los
obispos de Andalucía.
Esta gran
experiencia vivida nos impulsa a mi y al resto de nuestro grupo a participar,
Dios mediante dentro de tres años, en las próximas JMJ que tendrán lugar en
Cracovia (Polonia) y en la que esperamos que este pequeño grupo de hermanos de
la Sacramental que hoy hemos asistido, aumente al manifestarle nuestra
experiencia vivida en estos días, tal y como decía el Santo Padre Benedicto XVI
al finalizar la JMJ de Madrid: “Ahora
vais a regresar a vuestros lugares de origen. Vuestros amigos querrán saber qué
es lo que ha cambiado en vosotros. ¿Qué vais a decirles? Os invito a que deis
un audaz testimonio de vida cristiana ante los demás. Así seréis fermento de
nuevos cristianos y haréis que la iglesia despunte con pujanza en el corazón de
muchos”. Ese será nuestro
compromiso. Dialoguemos con Él en la oración, hagamos que crecer su presencia
en nosotros a través de los sacramentos y sepamos escuchar, comprender,
perdonar y acoger a través del amor fraterno. En definitiva seamos jóvenes
valientes, no nos importe ir contra corriente e igual que orgullosos lucíamos
en El Rocío nuestro crucifijo, símbolo de nuestra Fe, mostremos al mundo esto mismo y demos a
conocer al señor a aquellos que todavía no saben que la vida puede ser plena
viviéndola junto a Él.
José Manuel
Romero Martin
Hdad.
Sacramental
Extraido del nº 27 del Boletín Parroquial "LA VOZ DE MI PARROQUIA"
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